La artífice de esta idea, la diseñadora Candy Chang nos explica un poco sobre esta obra curiosa y original:
Tras un mes y 7 horas de trabajo está terminado. Con mucha ayuda y apoyo de nuevos y viejos amigos, Convertí el muro de una casa abandonada de mi vecindario en una pizarra gigante donde los residentes pueden llenar los espacios en blanco y recordar qué es lo importante para ellos en la vida. También se trata de transformar un espacio que representa el abandono en algo constructivo donde aprender sobre las esperanzas y sueños de los demás.
Si visitáis Nueva Orleans, vereis este trabajo en la esquina de Marigny con Burgundy (900 Marigny St) donde podréis añadir vuestros pensamientos a la pared y leer un poco de los demás.
La verdad es que su site no tiene desperdicio.
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