Es curioso cómo las cosas o los lugares abandonados resultan inquietantes y melancólicos. Sin embargo, me resulta mucho más paradójico que cuando algo ha sido construido con el fin de entretener y divertir, al ser abandonado, parece mucho más siniestro que cualquier otra cosa. Las fotografías que os dejo son de un parque de atracciones en Nueva Orleans.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Comentad, pequeños! ¡¡comentad!!