I can't wait: la realidad siempre supera la ficción.
Ogilvy Dublín nos deja con una pieza escalofriante pero increíblemente potente acerca del maltrato infantil. Produce rabia, tristeza e incluso ira pero sobre todo, ganas de hacer algo al respecto. Te deja con un inevitable sabor agridulce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Comentad, pequeños! ¡¡comentad!!